El Dr. Álvaro Sierra, médico de la Universidad de Antioquia, Doctor en Filosofía de la Universidad de Navarra y Especialista en Educación y Asesoría Familiar de la Universidad de La Sabana, brindó una conferencia en el Hospital Austral sobre las claves para los matrimonios posmodernos.
¿Qué está sucediendo en el mundo y qué rol cumple la familia en él? De acuerdo con el Dr. Álvaro Sierra, especialista en Educación y Asesoría Familiar, el postmodernismo tiene como premisa que el ser humano es absoluta libertad. Esta premisa es falsa, ya que si el hombre fuera absolutamente libre, sería perfecto.
“Hoy en día no es más el individualismo lo que nos caracteriza sino el narcisismo, el culto al cuerpo del hombre contemporáneo, ese afán de pensar primero en sí mismo y segundo en sí mismo”, afirma. Otra característica del posmodernismo es la indeterminación, es decir, que todo es posible y lo que viene es mejor. Nada está determinado. Como cuarta característica de esta era, el Dr. Sierra hizo referencia al ecologismo tan difundido, término que alude a la deformación de la ecología. Sugiere que nos encontramos ante una perversión de la ecología mal entendida como ideología que ve al ser humano como algo más de la naturaleza. Todos somos naturaleza y estamos a igual nivel que sus elementos.
Todas estas características determinan los fenómenos que ocurren dentro del matrimonio y la familia: “Muchas veces los jóvenes se casan pensando que el matrimonio brinda una felicidad de facto, pero el fin del matrimonio no es la felicidad. El fin del matrimonio es la perfección de los esposos. Nadie se casa maduro para el matrimonio, ni llega preparado para lo que va a suceder. Cada matrimonio es distinto”.
El especialista explica que hay una perspectiva muy difundida en los matrimonios más jóvenes: “Existe una visión errada sobre la idea de que, lo primero en el matrimonio es la consolidación económica o terminar aquel estudio de posgrado. Pero no hay nada más importante en un matrimonio –ni lo económico ni lo profesional – que vivir su vida matrimonial. Si la persona tiene éxito en la vida matrimonial, tendrá éxito en los demás ámbitos. La vida a partir del matrimonio deberá girar en torno a él”.
En relación al noviazgo, el Dr. Sierra asevera que en el matrimonio se empieza de cero y no es una prolongación, sino que el noviazgo es un periodo para conocer al otro. Los seres humanos sólo nos conocemos en relación a los demás, el otro revela quién soy.
Debido a su amplia experiencia en la temática, los esposos suelen recurrir al Dr. Sierra para hacerles la pregunta: “¿Hacia dónde debo encaminar mi matrimonio?”. “Yo les respondo: hacia el Cielo. Si mi matrimonio no me lleva al Cielo no sirve”, responde.
Matrimonio e hijos
Es muy común escuchar que el amor más grande de un matrimonio es el que le tiene a sus hijos. No obstante, según Sierra, el mejor homenaje que los esposos le pueden hacer a un hijo es amarse entre ellos dos intensamente. Inclusive, con más intensidad que a los hijos. “Decir que el amor a los hijos es mayor que el amor que les dio origen, es absurdo”, plantea.
Es fundamental que los matrimonios puedan formar sus propias y únicas familias sin ser satélites de los padres. Por ejemplo, en Colombia, la principal razón por la cual los matrimonios se separan es por la familia política (principalmente, por los suegros y las suegras).
La familia, un proyecto educativo
“Actualmente existe una especie de “intervencionismo de estado” en la educación de nuestros hijos, que hace que el colegio esté suplantando la educación de familia”, asevera el Dr. Álvaro Sierra. Por ello, reasegura que la educación del colegio debe ser una educación subsidiaria, es decir, no puede sustituir a la educación afectiva de la familia.
Existe el caso de Finlandia, el país más exitoso a nivel educativo en el mundo. “Todo lo que el niño debe aprender lo adquiere primero en la casa. Los niños hasta los 7 años no van al colegio. Esto comprueba que, quien entrega la educación temprana de sus hijos, termina entregando al autoridad a otros”, fundamenta.
Un tema también importante es la formación de la autoestima en los pequeños, a la que hizo referencia el experto: “La autoestima de los niños no descansa en el hecho de que los padres le digan lo grandioso que es y las maravillas que hace. La verdadera autoestima de los niños descansa en saberse queridos por sus padres”.
Para concluir el Dr. Sierra se refiere a la felicidad en el matrimonio y la amistad como determinante del mismo: “El amor tiene un sinónimo y es servir. Una persona que no sabe servir no sabe amar. La felicidad está en relación con la perfección. Cuanto más feliz es un matrimonio más perfecto. Y no a la inversa”.