Los ácidos linoléicos Omega 3 y Omega 6 son esenciales para el organismo aunque, como no pueden ser sintetizados, deben incorporarse de manera “externa”, es decir, a través de los alimentos.
“Dado que la presencia del Omega 3 y el Omega 6 es necesaria para la salud, hay que aprender a incorporarlos a la dieta. Aunque la función principal de ambos es aportar calorías, además cada uno cumple un rol fundamental como componente de las células nerviosas y las membranas celulares”, consignó la Lic. Silvia Susana Juárez, licenciada en nutrición e integrante del staff del área internación del Hospital Universitario Austral (HUA).
El Omega 3, por ejemplo, contribuye a la prevención de las enfermedades cardíacas, a la formación del cerebro, al mejoramiento de la piel y el tratamiento de las enfermedades cutáneas, a la prevención del envejecimiento y al mejoramiento de la visión, el estado de ánimo y el síndrome de atención dispersa.
“También es fundamental consumir alimentos con Omega 3 –que además son muy buenos para enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple y la artritis reumatoidea- durante el embarazo y la lactancia”, completó la licenciada.
Al ser consultada sobre cuáles son los alimentos con alto contenido de Omega 3, Juárez comentó: “Desde el punto de vista de la composición química, los pescados se diferencian por su contenido de grasas. Es decir que cuanto más ‘grasoso’ o rico en grasa sea el pescado, mayor será su contenido de omega 3. Entre éstos se cuentan el atún, la caballa, las sardinas y el salmón”.
Por su parte, los omegas 6 se encuentran distribuidos, “accesibles” o más disponibles en la alimentación diaria porque es posible encontrarlos en cereales, panes integrales, frutos secos, semillas de girasol, legumbres, huevos, aves y cerdos.
“Las investigaciones demostraron que es necesario alcanzar un balance entre ambos ácidos grasos, algo que habitualmente no ocurre debido a la alta biodisponibilidad de Omega 6 y el escaso consumo de Omega 3”, planteó la especialista.
“Por eso –finalizó la Lic. Silvia Juárez- lo recomendable es reducir la ingesta de Omega 6 y aumentar la de Omega 3, para llegar a una proporción que sea de 3 a 1. No obstante, esto es difícil de lograr sin modificar los hábitos, y sin incluir más frecuentemente el pescado en la dieta cotidiana. Para poder acercarse a este objetivo es recomendable ingerir este tipo de alimento como mínimo 3 veces por semana”.
Contacto:
*Lic. Silvia Susana Juárez
Licenciada en Nutrición
Integrante del staff del Área Internación
Hospital Universitario Austral
SJUAREZ@cas.austral.edu.ar
*Dr. Rubén Gustavo Kliger
Hospital Universitario Austral
RKLIGER@cas.austral.edu.ar