Para quienes son padres el tema del guardado de los medicamentos en casa no es menor. Es que cuando los chicos empiezan a caminar, a tocar y a querer probar cosas, empieza el problema.
Tomando ciertas precauciones y recurriendo a algunos “truquitos” es posible cuidar a los más chicos de la exposición indebida, así como también prevenir intoxicaciones.
“Uno de los temas a tener en cuenta es que los medicamentos son atractivos visualmente, sobre todo por las cápsulas de colores y los envases. Es importante tener un sistema de seguridad para que los niños no los puedan abrir, ya que el peligro consiste en que los confundan con golosinas y quieran probarlos. Esto es frecuente con los jarabes que tienen sabor agradable, y los chicos pueden tomárselos enteros”, comentó Ana Fajreldines, farmacéutica Clínica e integrante del servicio de Farmacia del Hospital Universitario Austral (HUA).
Los riesgos del mal uso por parte de los niños son variados, e incluyen desde manifestaciones cutáneas que pueden ser leves o serias, hasta consecuencias que aparecen con el tiempo y deterioran órganos vitales como el hígado, el riñón, o el páncreas.
“Ocurre que los niños, por su fisiología, ofrecen ‘menos batalla’ frente al consumo equivocado o inadecuado de medicamentos por descuido de los padres de los cuidadores e inclusive por audacia de los propios niños. Tienen, por ejemplo, menor proporción de superficie corporal, con lo cual las dosis toxicas para ellos son mucho menores que para los adultos. Por otro lado, dependiendo de la edad, no cuentan con barreras de protección o mecanismos de detoxificación como sí pasa en los adultos. Consecuentemente, en ellos siempre el peligro es mayor”, agregó Fajreldines.
En cuanto a cuáles son los fármacos que mayor riego revisten, la especialista mencionó las aspirinas –tan fáciles de encontrar en prácticamente todos los hogares- que pueden ser fatales para los niños, aunque también entre los que están más “al alcance” de los niños se encuentran el ibuprofeno, la dipirona, los anticonceptivos, los anticoagulantes o los aerosoles broncodilatadores.
“La medicina pediátrica se maneja con muy pocos medicamentos, justamente por la toxicidad que éstos tienen para la mayoría de los niños y el riesgo que representan, aún a dosis justas para el peso y la edad”, completó.
Por último, al ser consultada respecto al rol de los profesionales en la educación de los padres, la farmacéutica expuso: “Los médicos tienen claridad en cuanto a este tema, pero lo que ocurre es que la rapidez con la que se marca el tiempo de consulta puede hacer que dejen un poco de lado la cuestión de las precauciones. Por eso es importante que los centros de salud y los cuidadores aporten lo propio, desarrollando un lenguaje más amigable y piezas visuales más claras”.
Recomendaciones de cuidado
-Documentar qué es lo que hay dentro del botiquín de la familia, armando un listado. Si fuera posible, colocar cuántas píldoras o blisters hay dentro de cada caja.
-Chequear las fechas de vencimiento de los medicamentos.
-Colocar en estantes altos o en compartimentos fuera del alcance de los niños aquellos que sean más tóxicos.
-Si fuera necesario disponer de un cajón o placard con llave para el guardado de los medicamentos.
-Involucrar a la familia –sobre todo a los abuelos, que pueden tener que tomar muchos medicamentos- para que ellos también cuiden los propios.
-A medida que van creciendo, explicarle a los niños los riesgos de una intoxicación por medicamentos.
Contacto:
*Ana Fajreldines
Farmacéutica Clínica
Servicio de Farmacia
Hospital Universitario Austral
AFAJRELDIN@cas.austral.edu.ar