Cerca de 80 mil argentinos conviven con esta patología que se encuentra en aumento en todo el mundo. ¿Por qué? En parte debido a la mayor sobrevida de la población, aunque no sólo por eso ya que el aumento de casos excede a lo esperable por mayor sobrevida.
“Esto quiere decir que estaríamos frente a otras causas, aún desconocidas. Lo que sí muy probablemente influye es el mejor diagnóstico que se hace actualmente de la enfermedad”, comentó el Dr. José Bueri, jefe del servicio de Neurología del Hospital Universitario Austral (HUA).
A la hora de diagnosticar se tienen en cuenta los síntomas que relata el paciente, los hallazgos del examen neurológico y la respuesta a la medicación específica. “Esta es la base, aunque muchas veces se solicitan estudios adicionales como, por ejemplo, una tomografía computada o una resonancia magnética nuclear de cerebro, SPECT (Tomografía Computada de Emisión de Fotones Unicos) cerebral o PET (Tomografía por Emisión de Positrones)”, completó.
Los tests apoyan el diagnóstico y ayudan a descartar la presencia de otras enfermedades similares a la del Parkinson, que a veces son motivo de confusión. Una vez realizado el diagnóstico correcto se comienza con el tratamiento, que suele ser eficaz para controlar los síntomas durante muchos años. Vale aclarar que, desafortunadamente, aún no existe tratamiento curativo.
Lo nuevo
Según el Dr. Bueri, “las novedades en esta enfermedad giran en torno a su causa, porque se hallaron múltiples genes que explican un porcentaje de casos, ya que en la mayoría de los pacientes no están presentes”. Además, se conocen mejor los mecanismos que causan los síntomas como el temblor, la rigidez muscular y la bradicinesia o lentitud de movimiento.
“Por otro lado, en los últimos años, se profundizó el conocimiento de muchos otros síntomas de la enfermedad como, por ejemplo, la depresión, la salivación, la pérdida del olfato, los trastornos en el sueño, la constipación y los problemas cognitivos, entre otros. Todo esto nos lleva a decir que la Enfermedad de Parkinson no consiste solamente en temblor, rigidez muscular y lentitud de movimiento”, esgrimió el Dr. Bueri.
Los tratamientos
Se están estudiando nuevos compuestos, aunque el fármaco más efectivo es la levodopa. “Sólo en un número reducido de casos se recurre al tratamiento quirúrgico, que aunque no es curativo, ayuda a mejorar la respuesta a la medicación cuando ésta es irregular. Por el contrario, lo que sí es conveniente y efectivo en todos los casos es llevar adelante una buena alimentación para evitar el sobrepeso. Por su parte, la cafeína parece tener alguna utilidad para reducir la progresión de la enfermedad, al igual que el ejercicio físico”, detalló el especialista del HUA.
Respecto al equipo de tratamiento, éste está constituido por un neurólogo experto en el manejo de la enfermedad, kinesiólogo, fonoaudióloga y cuando es necesario un psiquiatra o psicólogo.
“El primer paso luego del diagnóstico es tener una actitud positiva porque la Enfermedad de Parkinson es larga (entre 20 y 30 años) y no modifica la expectativa de vida en forma significativa. Es decir que no se fallece de Parkinson, sino ‘con Parkinson’ y de otras causas. Es más: la gran mayoría de los pacientes, sobre todo los jóvenes, continúan con sus actividades laborales y personales durante mucho tiempo. El principal consejo es hacer el tratamiento y mantenerse activo”, finalizó Bueri.
Contacto:
*Dr. José Bueri
Jefe del servicio de Neurología
Hospital Universitario Austral
JBUERI@cas.austral.edu.ar