“En la actualidad son muchas las revistas, los libros y los sitios de Internet que publicitan dietas de moda, así como también modelos de alimentación que están en boga. El principal problema es que muchas veces las dietas se centran en un solo alimento o en el mejor de los casos en un grupo, pero dejan de lado todas las combinaciones restantes. Otro de los denominadores comunes es la promesa de un descenso rápido de peso, casi sin esfuerzo; y finalmente que la gran mayoría carece de fundamento científico”, comentó Silvia Juárez, licenciada en Nutrición, integrante del staff del Área Internación del Hospital Universitario Austral (HUA).
Por otro lado, estas dietas rápidas y “universales” -que aplican para todos por igual, independientemente de la edad, el sexo o las necesidades puntuales de cada persona- , son desequilibradas desde el punto de vista nutricional, ya que dejan de lado uno de los pilares fundamentales para el mantenimiento del peso bajado: la actividad física.
Por último, pueden generar deficiencias en el organismo dado que carecen de nutrientes básicos como vitamina E, A, B6, folatos, calcio, hierro, potasio e incluso fibra.
En cuanto a los modelos de alimentación como por ejemplo el veganismo o la raw food (alimentos crudos), Juárez señaló que estos “se sustentan en una filosofía de vida pero no en el fundamento científico que pueden brindar los ensayos clínicos”.
Alimentación saludable
“Según Hipócrates, el ‘bien-estar’ de los individuos está fuertemente influido por determinados factores ambientales tales como la calidad del aire, del agua y de los alimentos. Por eso, la alimentación viva es naturalmente baja en calorías, y si está correctamente balanceada, rica en proteínas, enzimas, grasas poli-insaturadas, aceites esenciales variados, agua y una gran variedad de minerales, así como equilibrada en hidratos de carbono”, refirió la especialista.
Esto, claramente, es diferente a lo que se ve actualmente, porque en la alimentación predominan los alimentos cocidos, embutidos, industrializados, con alto contenido de grasas y azúcares y sodio que favorecen la obesidad y las enfermedades cardiovasculares.
“Los planes de alimentación deben cumplir siempre con las cuatro leyes de la Nutrición creadas por el pionero de esta especialidad, el Dr. Pedro Escudero. Estas son: cantidad, calidad, armonía y adecuación de los alimentos. De las cuatro, la adecuación es la más importante porque requiere tener en cuenta gustos, hábitos, creencias y filosofías de cada individuo. Si una dieta no respeta estos puntos, por más que se trate de un plan perfecto en cuanto a las cantidades y su calidad, el paciente no lo cumplirá. Por eso es necesario adecuar la dieta equilibrada, buscando cómo completar todos los nutrientes esenciales”, especificó la Lic. Juárez.
Hoy es hoy
Al ser consultada respecto a los desafíos actuales de la nutrición, la licenciada volvió a mencionar la adaptación y el armado de planes de alimentación a medida como el camino para hacerle frente a las nuevas tendencias, y que la profesión siga teniendo bases científicas.
“Otro desafío es modificar la composición de la dieta de acuerdo a las patologías de los pacientes, con la habilidad de tratar de respetar sus gustos y hábitos, y enseñarle a mejorar los mismos”, sumó Juárez.
Por último, la licenciada sostuvo: “Es necesario consultar con especialistas en nutrición para recibir, a través de una dieta adecuada, los requerimientos para cada edad y estado fisiológico. El descenso de peso, cuando es necesario, es una cuestión netamente de equilibrio: para bajar hay que gastar más calorías de las que se consumen. Por eso no hay que dejarse engañar… el aumento de peso no ocurre de la noche a la mañana, al igual que el descenso del mismo”.
Contacto:
Lic. Silvia Susana Juárez
Integrante del staff del Área Internación
Hospital Universitario Austral
SJUAREZ@cas.austral.edu.ar