Francisca nació con hernia diafragmática, una malformación que afecta aproximadamente a uno de cada 3.000 recién nacidos y, cuando se la diagnostica prenatalmente, tiene una supervivencia cercana al 50%.
Esta enfermedad consiste en un defecto en el diafragma, el músculo que separa el toráx del abdomen. Debido a que los contenidos del abdomen se encuentran a mayor presión que los del tórax, las vísceras abdominales (intestino, estómago y en algunos casos parte del hígado) ocupan el tórax, desplazando el corazón hacia la derecha y comprimiendo el pulmón justo en una etapa crítica de su desarrollo.
Fue operada en el Hospital Austral a través del Departamento Materno Infantil y hoy ya se recupera en casa con su familia.