La alerta se mantiene en una extensa región de la Patagonia, con agendas canceladas se sugiere no asistir ni al trabajo ni al colegio. Permanecer en la casa viendo cómo la “harina” de color gris cae. 

Si bien el aire no es tóxico, la ceniza es nociva para el organismo ya que irrita la vía respiratoria. “Inhalar el aire viciado de la ceniza volcánica es especialmente perjudicial para quienes padecen complicaciones respiratorias. Por ejemplo, las personas asmáticas o con bronquitis crónica”, desarrolla el Dr. Alejandro Videla, neumonólogo del Hospital Universitario Austral.

Síntomas de las cenizas en el organismo
El especialista enumera una serie de síntomas iniciales que afectan al organismo una vez que las cenizas ya fueron inhaladas. Entre ellos, los principales son: picazón en la garganta y molestia en los ojos. En caso que la lluvia de ceniza se prolongue, “pueden derivar en enfermedades respiratorias crónicas” o llegar a “deteriorarse progresivamente la función pulmonar”.

Recomendaciones generales

• Evitar la entrada de las cenizas en los hogares y lugares de trabajo
• Usar lentes para proteger los ojos.
• Evitar beber agua de vertientes naturales.
• Prevenir la acumulación de cenizas en los techos.
• Colocar toallas húmedas en umbrales y marcos de ventanas.
• Cambiarse de ropas al ingresar en la casa.
• Aspirar los ambientes para disminuir la cantidad de cenizas, no sacudir ni pasar el plumero.
• Usar máscaras de alta eficiencia.

Para brindar un diagnóstico real y eficaz es necesario analizar la concentración de las cenizas en el ambiente y las partículas que la componen. Lo recomendable, es evitar la exposición.