A nivel mundial, cada vez más hospitales y clínicas complejas tienden a someterse a evaluaciones de calidad y seguridad con estándares internacionales. Esto permite mejorar los procesos de atención a los pacientes y soluciones para evitar o detener eventos adversos.
Para ello, organismos internacionales como Joint Commission International (JCI), una de las principales entidades de Estados Unidos que acreditan instituciones que se han sometido a la evaluación de estándares de calidad y seguridad del paciente, establecen seis consignas básicas que todo hospital debe cumplir para lograr el máximo rendimiento.
En este sentido, dentro de la Argentina el Hospital Universitario Austral consiguió su primera acreditación en 2013 y la segunda en junio de 2016, lo que significa que cumple con estándares y normativas internacionales de calidad que se aplican a la categoría de “Hospital Académico”.
“Del 30 de mayo al 3 de junio, una delegación de Joint Commission International nos visitó con el fin de reevaluar la institución una vez cumplidos tres años desde la acreditación otorgada en mayo de 2013. Los expertos evaluadores visitaron la casi totalidad de las instalaciones de la sede central, así como también los cuatro centros ambulatorios periféricos y el centro de rehabilitación. Fue una inspección detallada y profunda que nos permitió conseguir la reacreditación”, destacó el Dr. Marcelo Pellizzari, Director Asociado del Hospital Austral.
El total de elementos medibles a evaluar por una auditoría son 1300, agrupados en unos 300 estándares de calidad que permiten mejorar los procesos de atención y, de esta manera, prevenir eventos adversos. Entre las principales barreras de prevención se encuentran: la correcta identificación del paciente antes de realizarse algún procedimiento, comunicaciones efectivas tanto con el paciente como entre el mismo personal de salud, manejo adecuado de medicamentos de alto riesgo -que administrados sin los cuidados necesarios pueden provocar daños graves-, verificación previa a las cirugías, control de infecciones intrahospitalarias mediante la higiene de manos y la prevención de caídas de los pacientes hospitalizados o ambulatorios.
La falta de cumplimiento de estas medidas es una problemática grave de salud pública que se ubica actualmente como la tercera causa de muerte en Estados Unidos, solo superada por enfermedad cardiaca y el cáncer. Para evitarlo, es necesario que la Dirección médica y el área de Calidad y seguridad de los hospitales impulsen proyectos de mejora continua. El cumplimiento es responsabilidad de toda la institución: desde las personas que se encargan de la limpieza hasta los altos mandos. Estas medidas pueden ayudar a prevenir más del 50% de los errores.
Por eso, resulta fundamental que las instituciones encarnen una cultura de seguridad focalizada en el paciente: “En el Hospital se realizan actividades trazadoras lideradas por el Departamento de Calidad y realizadas por un equipo interno de personas especialmente capacitadas o evaluadores externos. Esto resulta clave para monitorizar la marcha de los estándares e ir corrigiendo desvíos o incumplimientos que con frecuencia ocurren en nuestra actividad. Es importante también la gestión de la información y la integración de todos los programas troncales que velan por la calidad y la seguridad como Control de Infecciones, Seguridad de las instalaciones, el Manejo y uso de Medicamentos y otros”, agregó el Dr. Pellizzari.
La cultura de seguridad del paciente implica que cada miembro de la organización tenga plena conciencia de que los procesos de atención entrañan riesgos para los pacientes. De ahí la necesidad de desarrollar prácticas seguras que los eviten o disminuyan. La clave es generar una actitud proactiva para la detección de errores, comunicarlos y adoptar mejoras en forma permanente y multidisciplinaria.
En el mundo 151 hospitales de 23 países obtuvieron esta certificación que permite colocar al paciente en primer lugar, y de ese número en América Latina, sólo seis hospitales de cuatro países: Argentina, Brasil, Chile y Colombia.