Este año la gala tuvo como objetivo recaudar fondos que permitan la adquisición de tecnología de alta complejidad para el área respiratoria. Se recaudaron 3 millones y medio de pesos, superando al año pasado.

La organización tuvo el sello emblemático de Bárbara Diez y la conducción estuvo a cargo nuevamente de Ivan De Pineda, quien dirigió el remate de obras de arte y experiencias durante la noche: un cuadro del artista Milo Locket, accesos vip a la Fórmula E, un cuadro díptico de la artista Flavia Martini, una visita al atelier del artista Daniel Genovesi para pintar una obra junto a él en su estudio, una clase privada de polo con Nacho Figueras, cocinar con Donato de Santis en sus casas y jugar un partido de fútbol con amigos en la cancha de Boca. Al final de la noche, Maxi Trusso brindó un show para todos los asistentes.

El Dr. Manuel Rocca Rivarola, Director del Departamento Infantil y Jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Austral, compartió, citando a un monje benedictino: “Tenemos la llave de la felicidad en nuestras manos ya que no es la felicidad lo que nos hace agradecidos, sino que es la gratitud lo que nos hace felices. Quienes son agradecidos son conscientes de que viven en un mundo dado, en un momento dado y en circunstancias dadas, todo es un Don. Quienes son agradecidos valoran lo que les es dado y lo celebran en forma creativa, haciendo algo con el Don.”

Y continuó con unas cálidas palabras: “El Hospital Austral es el fiel reflejo de este Don, ya que todo el hospital fue pensado y construido gracias a la generosidad de personas como ustedes, que se enamoraron de este proyecto y apostaron por nuestra sociedad y nuestro país. Les agradezco a ustedes que año tras año contribuyen con las herramientas y tecnología necesarias para afrontar los desafíos de una medicina moderna cada vez más compleja. Agradezco también a los médicos y enfermeras del Hospital quienes trabajan incansablemente mezclando el afecto y la empatía con los aspectos asistenciales y científicos. Y especialmente agradezco a nuestros pacientes y sus familias que nos enseñan cada mañana a valorar la vida.”

Durante la noche se presentó la historia de Alma, paciente de Pediatría, con un corazón tan grande como la alegría que transmite.