El 3 de diciembre se celebra esta fecha para informar y reflexionar. El Dr. Fernando Burgos, coordinador de la clínica interdisciplinaria de niños con Síndrome de Down del Hospital Universitario Austral, explica los aspectos que faltan mejorar para lograr integración.
El Día Internacional de las Personas con capacidades diferentes es una fecha que en todo el mundo se aprovecha para reflexionar sobre las realidades diferentes de las personas. En nuestro país esto se lleva a cabo desde el año 2000, a partir de la Ley 25.346.
El Dr. Fernando Burgos, jefe de la sección Ambulatoria de Pediatría y coordinador de la Clínica Interdisciplinaria de Niños con Síndrome de Down del Hospital Universitario Austral, explicó: “La idea es tomar conciencia para eliminar todo tipo de prejuicios y barreras sobre un grupo de personas, y remarco la palabra ‘personas’, que tienen el mismo derecho a la integración, inclusión y accesibilidad en una sociedad muchas veces indiferente”. Y agregó: “Tal es así que las personas con capacidades diferentes deben enfrentarse a diario con barreras que limitan su participación en la sociedad en una amplia variedad de formas, incluyendo las relativas al entorno físico, a las actitudes y prejuicios, a la información y comunicaciones, a la legislación y a la vida en general”.
Se calcula que el 15% de la población mundial tiene algún tipo de discapacidad. Dentro de las dificultades relevadas se encuentran la visual, auditiva, cognitiva, motora, para sostener objetos y para movilizarse.
“Considero que el gran secreto para empezar a cambiar el concepto sobre la discapacidad pasa por tener una mirada humana, real e integradora para que las personas con diferentes grados de discapacidad no se sientan discriminadas o apartadas. Estos 27 años de Pediatra me permiten hablar desde el lado de muchos pacientes a los que se les otorgó su rótulo de discapacitados, pero que con su evolución han demostrado que la discapacidad quedó escondida. Hoy son grandes pintores, comediantes, estudiantes, trabajadores, deportistas, padres, hermanos, esposas, e hijos, con una gran capacidad de ser felices y hacer felices a los demás. Entonces, yo me pregunto qué discapacidad tienen, si son capaces de hacer todo esto”, refirió el especialista.
Sin embargo, no hay que dejar de ser realistas, honestos y objetivos al reconocer que a una persona que se encuentra con un certificado de discapacidad no le es fácil sacarse esa etiqueta.
“Pero si podemos ayudar facilitando el lugar que como persona, sólo por el privilegio de serlo, merece debemos ofrecerle oportunidades de estudio, de superación, laborales, un sistema de salud facilitador para sus terapias y para sus medicamentos es primordial. Este es un trabajo interdisciplinario de muchos: sociedad, médicos, escuela, familia y amigos”, aseguró el Dr. Burgos.
“Si damos ese amor incondicional desde el lugar que nos toque, aumentaremos la capacidad escondida de aquellas personas a las cuales les han dicho ‘usted tiene una discapacidad’”, agregó el especialista. Y aseguró: “contamos con la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que en su artículo 3° establece como principios generales el respeto de la dignidad inherente, la autonomía individual, la no discriminación, la participación e inclusión plena y efectiva en la sociedad, el respeto por la diferencia, la igualdad de oportunidades, y el derecho a preservar la identidad de los niños y niñas con discapacidad, entre otros. Por otro lado, en su artículo 9° remarca el derecho a vivir de manera independiente y a participar plenamente en todos los aspectos de la vida”. El Dr. Burgos, completó diciendo que “reflexionar sobre la discapacidad nos hace mejores personas a todos”.
Contacto:
*Dr. Fernando Burgos
Jefe sección Ambulatoria de Pediatría
Coordinador de la clínica interdisciplinaria de niños con Síndrome de Down
Hospital Universitario Austral
FBURGOS@cas.austral.edu.ar