“Uno de los desafíos que siempre se presenta en la Medicina, la Pediatría y, particularmente, en la Emergentología Pediátrica, es detectar o tratar la lesión o enfermedad lo más precozmente posible, produciendo el menor daño que podamos, con el mayor confort y el menor costo posible. Es decir, trabajar en pos de la seguridad, la efectividad, la eficiencia y el confort. Desde luego, el trauma de cráneo no escapa a esta premisa”, explicó Pedro Rino, Coordinador de la Unidad de Emergencias del Hospital Pediátrico Garrahan (CABA), durante las X Jornadas Internacionales de Pediatría, Neonatología y Terapia Intensiva Pediátricas realizadas en el Hospital Universitario Austral.
“Indudablemente, la llegada ya hace varios años de estudios de imágenes valiosísimos como la tomografía computada permitió realizar diagnósticos y tratamientos más precoces y precisos. Pero, como ocurre con otras herramientas diagnósticas o terapéuticas, su utilización fue progresivamente en aumento y, en algunas ocasiones, innecesaria”, continuó diciendo el médico.
El Dr. Rino participó de la Mesa redonda sobre “¿Utilizamos de manera adecuada las imágenes en la emergencia?”, en la cual también estuvieron los médicos Milagros Ortiz y Leandro Seone, del Hospital Austral. “A veces, el aumento de su uso estuvo asociado a disponibilidad y, en otras, a la demanda de los pacientes y sus familias. En caso de que el procedimiento resultase inocuo, nos enfrentaríamos solo a la ineficiencia y al disconfort, que está claro que igualmente no serían cualidades despreciables. Pero en el caso de las tomografías debemos considerar la radiación”, alertó.
Tasa de riesgo de la TC en niños
Se estima que el riesgo de padecer cáncer podría alcanzar a 1 por cada 5000 niños de 5 años a los que se les realiza una TC, y ese riesgo aumentaría a medida que disminuye la edad, expuso el Dr. Rino. “A esto le debemos sumar que hasta hace aproximadamente 10 años había sitios donde se realizaban TC casi al 50% de los pacientes que ingresaban con trauma de cráneo. Además, habría que agregar la ansiedad generada por el estudio y los eventuales traslados”.
Ante ello, surgió un nuevo problema sanitario.
Desde entonces, continuó el especialista, se elaboraron estrategias (protocolos basados en evidencia científica) para definir riesgo de lesión intracraneana asociado a trauma de cráneo y así determinar la necesidad o no de tomografía. De manera similar, también se abordó la realización de radiografías.
“El objetivo sigue siendo el mismo, diagnosticar y tratar de manera oportuna y adecuada una lesión y evitar exámenes complementarios innecesarios. Lo que nos preocupa (o mejor, lo que nos ocupa) también sigue siendo lo mismo, el bienestar de los niños y sus familias. Todo lo cual no apunta a una posición anti-tomografía computada, sino por el contrario, a fomentar su uso racional”, concluyó.
Beneficios de las ecografías point of care
Las jornadas tuvieron lugar en octubre pasado en la Sede Pilar de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral. Participaron de ella más de 700 inscriptos y 30 expositores nacionales e internacionales.
“La ecografía point of care, o sea, en el lugar de diagnóstico del paciente, es aquella que se realiza al lado de la cama del mismo”, explicó por su parte Leandro Seone, médico del Servicio de Emergencias del Hospital Austral y Coordinador del Centro de Entrenamiento Internacional de la American Heart Association (AHA), entidad que reclutó al Hospital Austral como Centro de Entrenamiento Internacional. El Dr. Seone se explayó acerca de los beneficios de estas ecografías.
El caso del paciente pediátrico que sufrió traumatismo plantea una patología absolutamente dinámica. El paciente puede ingresar al servicio de emergencias encontrándose estable hemodinámicamente y, al poco rato, convertirse en otro paciente inestable, producto de que alguno de los órganos internos sufrió algún tipo de sangrado, explicó Seone. “La ecografía está al lado del paciente, por lo cual, puede realizarse en el ingreso del mismo y es reproducible a las 2 horas, 3 horas, de acuerdo a los protocolos internos de cualquier tipo de servicio de emergencias”, abundó.
Así, la radiografía es complementaria a la evaluación inicial del paciente con trauma y la tomografía también. “Aquí, la tomografía tiene la capacidad de ver con mucha precisión lo que le pasa a los órganos, pero tiene la desventaja de que produce gran radiación, por lo cual, se puede generar una patología neoplásica en pacientes pediátricos, a futuro”, afirmó.
Puntualizó que la ecografía logra una evaluación pronta del paciente con trauma, se realiza rápidamente y permite observar 5 focos específicos del cuerpo del niño. “El paciente no se traslada a ningún lado sino que es atendido y diagnosticado junto con las imágenes complementarias en el mismo lugar de atención. La ecografía es un método fácilmente realizable, repetible y tiene la gran ventaja de que se hace junto con el emergentólogo pediatra tratante, por lo cual, ayuda al diagnóstico y también al tratamiento de la patología”, finalizó el Dr. Seone.