El Dr. Juan José Bosch Fragueiro del Hospital Universitario Austral explica que “el inicio precoz del tratamiento de la crisis asmática es clave para disminuir la gravedad de la misma”. Conocé los síntomas y cómo tratarla.
Según la Organización Mundial de la Salud “el asma es una enfermedad crónica que se caracteriza por ataques recurrentes de disnea y sibilancias, que varían en severidad y frecuencia de una persona a otra”.
El Ministerio de Salud de la Nación indica como factores desencadenantes de los síntomas de asma a las infecciones respiratorias virales, el humo de tabaco, de leña o de industrias químicas y contaminación ambiental. También menciona a los factores climáticos, el ejercicio, el estrés emocional o diversos tipos de alérgenos, entre otros.
El Dr. Juan José Bosch Fragueiro, médico del Servicio de Neumonología Infantil del Hospital Universitario Austral, indicó que “el reconocimiento de los síntomas de la enfermedad es fundamental para su adecuado manejo, porque el inicio precoz del tratamiento de la crisis asmática es clave para disminuir la gravedad de la misma”.
Respecto a los desencadenantes, el Dr. Bosch Fragueiro aseguró que “el principal gatillo son las infecciones virales, y sobre todo en ésta época, los virus respiratorios. Estos virus eligen el otoño/invierno por su forma de transmisión de contacto o por secreciones respiratorias. Entonces generan moco, tos y estornudos para poder propagarse”. Y agregó: “Además, por el frio, las ventanas se cierran y eso afecta nuestra capacidad de limpieza pulmonar.
Tratamiento
Tanto los pacientes como los profesionales deben estar atentos a síntomas como tos y agitación ya que, con un tratamiento adecuado y un buen control de los síntomas, las personas que sufren asma podrían hacer una vida totalmente normal y plena.
El especialista detalló que “reconocer los gatillos y evitar aquellos que sea posible es fundamental”. Entre las distintas acciones a tener en cuenta, el Dr. Bosch Fragueiro enumeró: “mantener una higiene adecuada y ventilar las habitaciones; no permitir que se acumule polvo (ácaros) en las alfombras, bibliotecas y peluches; poner fundas en almohadas y acolchados de plumas; controlar la humedad; no usar sahumerios ni desodorantes de ambiente; no abusar de los antisépticos en aerosol; evitar el humo de cigarrillo; mantener la limpieza de mascotas y animales domésticos; y no generar humos ni gases tóxicos”.
La espirometría es el estudio de la función pulmonar más importante en el asma que brindan un dato objetivo de cómo están los pulmones. Es sencillo y lo pueden realizar niños desde los 4 años, sólo tienen que soplar en una computadora que registra la cantidad de aire que sale de los pulmones en ese tiempo.
Existe un tratamiento farmacológico que se basa en disminuir la inflamación y mantener abiertos los bronquios. “Se utilizan corticoides inhalados y broncodilatadores con combinaciones de estos; pero en los casos en que no se logre un adecuado control de los síntomas, hay que buscar y tratar factores asociados”, sumó el especialista.
Es fundamental la consulta con un especialista para lograr un control total de la enfermedad y un adecuado manejo de los síntomas.