Nuestras manos se encuentran en constante contacto con todo tipo de superficies y objetos, que muchas veces pueden estar contaminados por virus, bacterias y gérmenes. Si no higienizamos nuestras manos en tiempo y forma correcta, corremos el riesgo de llevarlas a nuestra boca, nariz y ojos y contraer lo que en ellas se aloje.
Es muy importante que seamos conscientes de que todos tenemos la capacidad para prevenir la propagación de microorganismos.
Todas las personas, en mayor o menor medida, podemos influir en la salud de quienes nos rodean.
Juntos, podemos acelerar la acción para prevenir infecciones.