Con esta reflexión, Estela, mamá de Belén, comienza su testimonio. Belu tiene síndrome de Down y de manera similar, su vida y la de toda su familia ha sido un viaje de aprendizaje y crecimiento constante. «Este proceso nos ha llevado a:
♥Abrazar un nuevo paradigma donde el valor reside en el proceso mismo, no solo en los resultados. Aquí es donde crecemos, aprendemos a aceptarnos y a amar más allá de las circunstancias.
♥ Dejar atrás ideales y expectativas de una familia perfecta, para abrazar la realidad tal como es.
♥Involucrar a todos los miembros de la familia en el cuidado y apoyo de Belu, cada uno aportando con sus habilidades y amor.
♥Encontrar al pediatra indicado, en nuestra historia el Dr. Fernando Burgos, quien no solo atiende las necesidades médicas de Belu, sino que también se preocupa por su bienestar emocional y el de toda la familia.
♥ Explorar diferentes terapias y encontrar la mejor educación posible para Belu, rodeándola de personas comprometidas en su desarrollo. La integración en una escuela común, donde estuvo desde sala de 2 hasta 6° grado, fue crucial para su desarrollo.
♥ No descuidar el tiempo para el juego, el disfrute y la integración social.
♥ Tomar decisiones que desafíen los paradigmas establecidos, como iniciar su adolescencia en un centro de formación integral que ha ampliado su mundo y ha promovido su autonomía.
♥Fomentar relaciones sociales y afectivas, acompañándola en cada paso con conversaciones sobre el valor de las personas y el cuidado mutuo.
♥ Incluir a Belén en todas las actividades familiares y conversaciones, reconociendo su voz y su lugar.
♥ Apoyar su desarrollo integral, incluyendo aspectos espirituales, cívicos y sociales.
Hoy, Belu tiene 20 años, le quedan algunos años de educación y sigue su camino con seguridad y plenitud. Está de novia y profundamente enamorada desde hace 4 años, hace baile, toma clases de arte, le encanta la música y la cocina. Su vida sigue desplegándose sin prisa, pero sin pausa, ¡es una persona plena!”.
Estela Álvarez Costa de Colautti.