Cada 23 de mayo se conmemora el Día Mundial del Melanoma.
¿Qué es el melanoma?
Es un tipo de cáncer de piel que se desarrolla a partir de los melanocitos, que son las células responsables de darle el pigmento a la piel. El melanoma representa la principal causa de muerte por cáncer de piel, dado que tiene la capacidad de diseminarse a otros órganos.
Si bien representa el 1 % de los cánceres de piel, su incidencia ha aumentado significativamente en los últimos años y se estima que, de mantenerse esta tendencia, para 2040 la incidencia aumentará en más de un 50 %. El riesgo de desarrollarlo aumenta con la edad, pero se debe tener en cuenta que es uno de los cánceres más frecuentes en los adultos jóvenes.
¿Cuál es el riesgo de desarrollar un melanoma?
El riesgo de desarrollar un melanoma depende de factores genéticos y de la conducta del individuo frente a la radiación ultravioleta.
Los factores de riesgo para el desarrollo de esta enfermedad son:
- Piel clara.
- Cabello rubio o rojizo.
- Ojos claros.
- Múltiples lunares.
- Antecedentes familiares de melanoma.
- Exposición a radiación ultravioleta (RUV): tener el hábito de tomar sol, realizar deportes acuáticos, vacacionar en lugares soleados; tener quemaduras solares en la infancia; trabajar al aire libre; usar camas solares.
- Antecedentes de otros cánceres de piel: carcinoma o epitelioma basocelular y espinocelular.
¿Cómo puedo prevenirlo?
- Es imprescindible tener una conducta saludable frente a la RUV, ya que es uno de los principales factores de riesgo para el melanoma:
- Evitar el sol en los horarios de mayor riesgo, entre las 10 y las 16 h, incluso en días nublados y en otoño-invierno. Podemos guiarnos por el índice UV que está disponible en los teléfonos móviles para saber que un índice de al menos 5 indica que estamos ante una exposición solar de riesgo.
- En horarios de riesgo se debe procurar estar a la sombra, utilizar ropa que cubra la piel y cubrir la cabeza con un sombrero o un gorro.
- Usar protector solar con un factor de protección de al menos 30 en otoño-inverno o de al menos 50 en primavera-verano aumenta la protección de la piel frente a la exposición solar. Reponerlo cada 2 horas.
- No utilizar camas solares.
- Es necesario recordar que no existe el bronceado saludable y que éste es un indicio del efecto de la RUV en nuestra piel.
¿Cómo puedo detectarlo?
La detección del melanoma es visual, por eso es importante controlar nuestra piel. Por un lado, lo podemos hacer nosotros mismos mediante un autoexamen cutáneo, ayudándonos con un espejo o con un familiar. Cuando detectamos un lunar, la regla del ABCDE puede orientarnos para determinar si es sospechoso o no:
- La A de asimetría, cuando la mitad de un lunar no es similar a la otra.
- La B de bordes irregulares, mal definidos.
- La C de variedad de colores.
- La D de un diámetro mayor de 6 mm.
- La E de evolución en cuanto a crecimiento, coloración u otros cambios detectados.
Además, la presencia de un “patito feo”, es decir, un lunar que es muy diferente al resto, nos ayuda a sospechar que podría tratarse de un melanoma.
Ante el hallazgo de lesiones sospechosas, es fundamental realizar la consulta dermatológica ya que, además de evaluar lo clínicamente sospechoso, mediante la dermatoscopía manual se pueden detectar incluso lesiones que no cumplen estos criterios de sospecha previamente mencionados. Se debe realizar un control completo de la piel, las mucosas y el cuero cabelludo.
¿Cómo se trata un melanoma?
El tratamiento principal consiste en la resección completa del melanoma. En casos más avanzados se puede utilizar inmunoterapia o terapias dirigidas.
¡La detección temprana del melanoma favorece su pronóstico. No te olvides de realizar tu control dermatológico periódico, y consultar oportunamente ante la aparición de una lesión sospechosa en piel!