“En 2020 me diagnosticaron linfoma no Hodgkin. Solo requería seguimiento cada seis meses. Sin embargo, los dolores y los ganglios inflamados empeoraban cada mes. En noviembre de 2021, después de varios días sin poder respirar, llegué de urgencia al Hospital Universitario Austral, donde la Dra. Inés Paganini me atendió. Estaba en terribles condiciones, pero gracias al equipo de Hematología pude salir adelante. Tenía un riñón muy comprometido, pero lograron salvarlo, y después de eso comenzamos con seis ciclos de quimioterapia para combatir el linfoma.

Era necesario actuar con urgencia. Con mi marido decidimos poner mi salud primero y dejar los proyectos de ser padres a un lado. Sentía que mi sueño de formar una familia se complicaba. No sabía si mis óvulos iban a servir o si iba a quedar estéril, pero tomamos las decisiones necesarias.

En 2022, llegué a la remisión de la enfermedad, pero no quería pensar en la maternidad para no ilusionarme. Luego, estuve un año más internada por defensas bajas, bacterias, y virus. Cinco meses después de mi última internación, me enteré de que estaba embarazada. Tuve muchos miedos, pero al contarle a mis médicos, nos tranquilizaron y se alegraron por la linda noticia.

Hoy siento que tengo todo lo que siempre quise: salud y ser mamá. Gracias al equipo del Hospital, en especial a los Dres. Berro y Lynch y a la Dra. Rivas, que más allá de ser profesionales, son de una excelente calidad humana y nos acompañaron en todo, no solo a mí sino también a mi marido y a mi familia. Me siento plena y feliz. Después de pensar que me iba a morir, salí adelante y pudimos cumplir nuestro sueño de formar una familia. En esos momentos oscuros, es crucial contar con el apoyo de profesionales que te ayuden a transitar estas situaciones de la mejor manera posible.

También estoy muy contenta con el equipo de Obstetricia, especialmente con mi obstetra, el Dr. Faisal, que me acompañó desde el primer día. ¡Simplemente, agradecida a Dios por todo!”.

💬 Evelin Farías, paciente del Hospital.