El parto prematuro es una de las complicaciones más temidas del embarazo, y puede traer serias consecuencias para el bebé. Aunque puede tener múltiples causas, algunas desconocidas, existe una oportunidad clave para detectarlo y prevenirlo: la cervicometría, un estudio que se realiza entre las semanas 20 y 24 de gestación como parte de la evaluación del segundo trimestre (E2).

• La cervicometría, que mide el cuello del útero mediante una pequeña ecografía transvaginal, es un estudio rápido, indoloro y seguro tanto para la mamá como para el bebé. Con esta prueba, podemos identificar a tiempo acortamientos en el cuello uterino y tomar medidas preventivas que podrían evitar un parto prematuro espontáneo, muchas veces sin síntomas previos.

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