Descripción:
El acné es una enfermedad inflamatoria de la piel caracterizada por erupciones cutáneas alrededor de los folículos pilosos. Se produce por la acumulación de grasa y células de la piel, generando puntos blancos (acné miliar); puntos negros o espinillas, si la parte superior de la obstrucción es oscura; granitos inflamados (pústulas) y bultos más profundos (nódulos o quistes) que pueden provocar infecciones.
Se manifiesta principalmente en el rostro, pero también en el cuello, pecho, espalda, hombros y en la parte superior de los brazos. Aunque es más común que lo padezcan los adolescentes, puede aparecer en bebés y en adultos de entre 20 y 40 años.
Se desconoce por qué algunas personas tienen acné y otras no, pero se sabe que es parcialmente hereditario y que puede desencadenarse por cambios hormonales relacionados con los períodos menstruales, el embarazo, las píldoras anticonceptivas o el estrés; cosméticos o productos para el cabello con bases grasas o aceitosas; ciertos fármacos (como los esteroides, la testosterona, los estrógenos) y niveles altos de humedad y sudoración.
El acné afecta a un gran número de seres humanos en algún momento de su vida y puede llegar a ser muy molesto, producir dolor en los poros de la piel o resultar traumático por motivos de estética.
Síntomas:
- Espinillas negras o puntos negros.
- Acné miliar o puntos blancos.
- Formación de costras en erupciones de piel.
- Inflamación o enrojecimiento alrededor de las erupciones de piel.
- Pústulas.
- Quistes.
Tratamiento y prevención:
Tomar las siguientes medidas de cuidados personales ayuda a disminuir y prevenir los efectos del acné:
- Limpiar la piel con un jabón suave que no cause resequedad y quitar toda la suciedad o maquillaje una o dos veces al día, incluso después del ejercicio. Evitar hacerlo en forma excesiva.
- Lavar el cabello con champú diariamente, en especial si es graso y mantenerlo peinado o atado hacia atrás, fuera de la cara.
- Evitar tocar las zonas afectadas con las manos o los dedos y el uso de cremas o cosméticos grasosos.
- No apretar, rascar, escarbar o frotar los granos.
- Quitar el maquillaje antes de dormir.
Si con estas sencillas medidas los síntomas no desaparecen, hay que consultar a un dermatólogo para decidir qué tratamiento seguir. El especialista puede considerar la posibilidad de combinar distintas alternativas; entre ellas exfoliación de la piel, el uso de bactericidas tópicos, antibióticos tópicos o vía oral, tratamientos hormonales, retinoides externos o vía oral y fototerapia. Existen muchos productos de venta libre para el tratamiento del acné, sin embargo la alternativa más eficaz y adecuada será consultar al médico.
Fuentes: U.S. Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, Fundación Nemours, Sociedad Argentina de Dermatología