Descripción
Es una inflamación de las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal provocando cambios en el líquido cefalorraquídeo que las rodea. Son muchos los virus y bacterias que pueden causarla. Cuando esos gérmenes viajan a través del torrente sanguíneo y llegan a las meninges, se produce la meningitis.
Existen diferentes tipos de acuerdo a su causa, algunas son extremadamente graves y otras pueden pasar desapercibidas y mejorar sin siquiera recibir tratamiento. En algunos casos, son los mismos microbios que provocan infecciones en la piel, en el tracto gastrointestinal, etc.
La meningitis bacteriana aguda es una emergencia médica y puede poner en riesgo la vida. La meningitis viral o meningitis aséptica, en cambio, es mucho menos grave: sus síntomas son similares a los de una gripe y es por eso que en ocasiones pasa desapercibida. Esta última variante es la que se da en la mayoría de los casos. También existen causas no infecciosas de la meningitis como el cáncer y reacciones alérgicas a medicamentos.
La meningitis por infección viral es la más frecuente y raramente mortal. Puede ser causada, por ejemplo, por el virus de la gripe o la mononucleosis. La meningitis provocada por una infección bacterial, en cambio, tiene serios riesgos de complicaciones y puede llevar a la muerte o generar daño cerebral y discapacidad permanente. Son muchas las bacterias que pueden causarla, determinando de esta manera, diferentes tipos de meningitis
La meningocócica es la más frecuente de las meningitis bacterianas y es capaz de generar epidemias. Provoca la inflamación de los tejidos que recubren el cerebro y septicemia, que es un estado en el que la sangre se encuentra completamente infectada por bacterias, que a su vez liberan toxinas, generando un envenenamiento y puede resultar mortal.
Tomando la población general como referencia, el 80% de los casos de meningitis bacteriana se da en niños menores a 16 años. Dentro de la población infantil, los más afectados son los menores de cinco años. A esta edad, además, los niños son más vulnerables. Se cree que esto es porque su sistema inmunitario no está aún completamente desarrollado. También conforman un grupo de riesgo los chicos que atraviesan la adolescencia temprana: se estima que están expuestos a mayor cantidad de gérmenes que en otras edades.
Según la Organización Mundial de la Salud, la meningitis meningocócica causa daño cerebral severo y la muerte en el 50% de los casos si no se recibe tratamiento.
Cualquier tipo de meningitis se contagia de persona a persona a través de pequeñas gotitas de saliva, tal como una gripe. Los ambientes cerrados y húmedos son los espacios en los que con más frecuencia se genera la transmisión de la infección. El período de incubación dura, en la mayoría de los casos cuatro días, pero se puede extender hasta diez.
Síntomas
- Los síntomas más comunes son:
Rigidez en la nuca. - Fiebre alta.
- Sensibilidad a la luz.
- Confusión.
- Dolores de cabeza.
- Vómitos.
Prevención y tratamiento
Existen varias vacunas para prevenir las formas más comunes de meningitis bacteriana, que resultaron seguras y efectivas. Por otra parte, nuevas vacunas surgieron en los últimos tiempos. Lo recomendable es consultar al pediatra para determinar cuál es la estrategia preventiva adecuada para los chicos.
A los adultos que están en contacto con niños infectados por meningitis bacteriana se les puede recomendar tomar dosis preventivas de antibióticos.
La meningitis por meningococo y otras variantes bacterianas de la enfermedad, son potencialmente mortales y representan una urgencia médica. La internación en un hospital y el tratamiento rápido y temprano es fundamental en estos casos. La terapia con antibióticos debe comenzar lo antes posible. Señala la Organización Mundial de la Salud que no es necesario aislar a los enfermos.
Existe una variedad de antibióticos eficaces para tratar la meningitis bacteriana. El médico decidirá cuál es el apropiado de acuerdo a la bacteria causante de la infección.
Es fundamental un diagnóstico rápido para realizar el tratamiento adecuado en los casos de meningitis bacteriana y, de esta manera, prevenir lesiones neurológicas permanentes. Las formas virales de meningitis no representan un riesgo para la vida y sus síntomas desaparecen, sin dejar consecuencias, en dos semanas aproximadamente.
Fuentes: Organización Mundial de la Salud, Fundación Centro de Estudios Infectológicos, Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, University of Maryland, Campaña 2010 Meningococo.com.ar