5 abril, 2019
Nunca es demasiado tarde para detener el daño que el tabaco le hace a tu cuerpo. Por ejemplo, mirá lo que sucede cuando apagás tu último cigarrillo:
- En minutos, la presión sanguínea y el ritmo cardíaco vuelven a la normalidad.
- En horas, los niveles de monóxido de carbono en la sangre bajarán y los niveles de oxígeno subirán.
- En días, tu capacidad de sentir olores y sabores mejorará y las manchas amarillas en tus dientes y manos desaparecerán.
- En semanas o meses, comenzarás a respirar con más facilidad. La tos de fumador desaparecerá y notarás que te sentís más lúcido y con más energía.
- En uno o dos años, tu riesgo de enfermedad cardíaca, infarto, enfisema y cáncer de pulmón se reducirá hasta en un 50%.
Por tu apariencia y vida social:
- Menos arrugas.
- No más manchas en tus dientes y dedos.
- Mejor aliento.
- Ropa y cabello que ya no huelen a tabaco.
- No tener que dejar reuniones o trabajo para fumar afuera.
Por tus finanzas:
- ¿Has pensado alguna vez cuánto dinero gastás en tabaco en una semana, en un mes, o en un año? Hacé las cuentas y escribí en qué preferirías gastar ese dinero.
Tips para dejar de fumar:
- ¿Pensaste el motivo por el cual te gustaría dejar de fumar? Hacé la lista.
- Fijá una fecha para dejar de fumar y preparate para comenzar. Establecé una “fecha final”. Ese es el día en el que vas a dejar el tabaco.
- Ingerí agua bien fría y con sorbete.
- Cepillado de dientes y enjuague bucal para eliminar el gusto de la nicotina.
- Buscar sustitutos como chupetín, chicle, caramelos sin azúcar.
- Hacé deporte, salí a caminar.
- Existe también medicación que ayuda y complementa el tratamiento. No está autorizado, ni ha demostrado ser de utilidad, el cigarrillo electrónico. Consultá con tu médico para utilizar los medicamentos.
- Festejá. Estás logrando algo difícil. Entonces: ¡Sentite bien con vos mismo! Recompensate por estar libre de tabaco