23 septiembre, 2016
Según los datos de la web Uniones de Rugby del Hemisferio Sur (Sanzar), este deporte presenta una de las mayores tasas globales de lesiones (69 por cada mil horas de juego), muy por encima de lo que ocurre en el fútbol (28/1000), e inclusive de otro deporte que también se caracteriza por el juego brusco: el hockey sobre hielo (53/1000).
Otra de las problemáticas es que el riesgo de lesiones se incrementa con la edad y el nivel de competitividad, situación que se atribute al mayor tamaño físico, la velocidad y el aumento de la competitividad y agresividad del juego; mientras que en cuanto a las causas las lesiones articulares y ligamentosas encabezan la lista junto con los tackles –identificado como el momento de mayor riesgo-, las caídas después de un moule y el propio estado de los terrenos de juego, comentó el Dr. Eliseo Firman, médico del staff de Ortopedia y Traumatología del Hospital Universitario Austral.
Respecto a los lugares donde comúnmente se producen las lesiones, las estadísticas de la Federación Francesa de Rugby, que cuenta con una amplia casuística debido al gran número de licencias, indican que el 20% afectan a cara y cabeza, el 5% al tórax, el 25 % a los miembros superiores, el 40 % los inferiores y el 8% la espalda, agregó el especialista.
Vale destacar que las lesiones de la cara representan aproximadamente el 15% de todos los accidentes (heridas en la cara, fracturas de nariz que deben de ser evaluadas radiológicamente, fracturas del hueso malar y accidentes en los dientes.
Por su parte, las afecciones del miembro superior más frecuentes son la fractura de la clavícula (posterior a una caída sobre el hombro), el esguince y la luxación acromio-clavicular, la luxación de hombro (por un choque o caída sobre el hombro o codo), la fractura del escafoides y las fracturas de los metacarpianos.
“Afortunadamente las afecciones de la cabeza y cuello son excepcionales en el rugby, pero igualmente es importante diagnosticar las conmociones cerebrales en el mismo terreno de juego, ya que podría tratarse de una lesión grave con riesgo de vida y secuelas. Así, en el examen del lesionado, debe verificarse la ausencia de complicaciones nerviosas o vasculares. En este sentido, únicamente contando con la presencia de un médico experimentado y ante la ausencia de posibles complicaciones se pueden intentar maniobras sencillas; pero si existen dudas o hay un centro clínico cercano es más prudente efectuar una radiografía”, expuso el Dr. Firman respecto a los recaudos que deben tomarse para la práctica de este deporte.
Entre otras medidas de prevención que deben tenerse en cuenta se destacan:
- Radiografía cervical con medición de índice de Pavlov-Torg, utilizada obligatoriamente por la Unión Argentina de Rugby (UAR) como estudio de aptitud médica precompetitiva, ya que sirve como método de detección de la estrechez del canal medular congénito de la columna cervical. En caso que éste sea más estrecho de lo normal, la persona estaría expuesta a un mayor riesgo a lesión medular cervical ante una contusión deportiva.
- Es importante que los Clubes de Rugby regulen el trabajo y la capacitación continua de los médicos de campo, permitiendo de esta manera que se implementen protocolos científicos de manejo de las diferentes lesiones deportivas.
- Finalmente, es fundamental el uso de protectores bucales, protectores de hombros y el vendaje de los tobillos los cuales en la mayoría de los casos son deficientes o inexistentes.
Por último, los principios generales que hay que observar ante un jugador lesionado son:
- No aumentar el daño.
- Asumir el control y mantener inmovilizado al jugador.
- Evitar los movimientos innecesarios.
- Hablarle al jugador.
- Asegurarse que haya ayuda más experimentada en camino.
- Reconocer cuando es necesario que usted haga algo más como por ejemplo pedir una ambulancia.
Plan de Salud del Hospital Austral