Hipertiroidismo e Hipotiroidismo | Plan de Salud del Hospital Austral
Es un grupo de patologías que afectan a la glándula tiroides, produciendo su hiperactividad (hipertiroidismo) o su actividad deficiente (hipotiroidismo), dando como resultado la generación de demasiada hormona tiroidea o la falta de ella en el organismo.

La glándula tiroides es un órgano del sistema endócrino y está en la parte frontal del cuello, debajo de la laringe. Es la encargada de producir las hormonas que controlan la manera en que las demás células del cuerpo administran la energía. Este proceso se conoce como metabolismo.

Hipertiroidismo

Cuando el mal funcionamiento de la glándula tiroides se caracteriza por la actividad excesiva y la superproducción de hormona tiroidea, la enfermedad recibe el nombre de hipertiroidismo. El metabolismo, que en este caso se ve sobreestimulado por el exceso de hormonas, afecta el estado de ánimo, el peso y los niveles de energía física y mental entre otras cosas. Cuando existe demasiada hormona tiroidea, toda la función del cuerpo tiende a acelerarse, por lo que la enfermedad tiene un amplio rango de síntomas diferentes.

Sus causas pueden estar vinculadas a una infección de la glándula tiroides, tumores no cancerosos en la glándula o en la hipófisis, el consumo de medicamentos que contienen grandes cantidades de hormona tiroidea (recetados para tratar el hipotiroidismo) o tumores en los testículos o en los ovarios. Sin embargo, en más del 80% de los casos, el hipertiroidismo es de origen autoinmune y se conoce como Enfermedad de Graves.

La Enfermedad de Graves se da cuando el sistema inmunitario, en una respuesta inadecuada, ataca a la glándula tiroides y ésta produce más hormonas de lo normal. Es un trastorno generalmente hereditario, que afecta con mayor frecuencia a mujeres mayores de 20 años, aunque puede aparecer en cualquier momento de la vida y también en los hombres. Este tipo de hipertiroidismo es el que provoca la inflamación de los tejidos que rodean a los ojos y que puede generar su protusión, aunque la severidad de los problemas en los ojos no necesariamente corresponde con la severidad del daño en la tiroides.

Síntomas

  • Dificultad para concentrarse, inquietud, ansiedad, dificultad para dormir
  • Manos temblorosas
  • Insomnio
  • Cansancio, debilidad muscular
  • Deposiciones frecuentes, aunque no diarrea
  • Hinchazón en el cuello (tiroides agrandada)
  • Aumento del apetito, simultáneamente a la pérdida de peso
  • Irregularidad en la menstruación
  • Inflamación de los tejidos que rodean a los ojos, en el caso de la Enfermedad de Graves.

Son menos habituales los siguientes síntomas:

  • Desarrollo de mamas en los hombres
  • Diarrea
  • Pérdida del cabello
  • Hipertensión arterial
  • Ausencia de menstruación
  • Prurito generalizado
  • Palpitaciones

Hipotiroidismo

Cuando la actividad en la glándula tiroides es baja y, como consecuencia, se da la deficiente presencia de la hormona en el organismo, la enfermedad se conoce como hipotiroidismo y produce una inflamación en la glándula tiroides. El ritmo normal del cuerpo disminuye causando pesadez mental y física. Al contrario del hipertiroidismo, en este caso se genera una ralentización del metabolismo causado por la falta de producción de hormonas tiroideas. La disminución de la actividad orgánica afecta las funciones metabólicas, neuronales, cardiovasculares y digestivas, entre otras.

Aparece más frecuentemente en mujeres mayores de 50 años, en personas obesas o en quienes atravesaron una cirugía de tiroides. Algunas mujeres desarrollan hipotiroidismo después del embarazo, lo que se conoce como “Tiroiditis Postparto”.

En su forma más severa, el hipotiroidismo se conoce como mixedema, lo que representa una emergencia médica. Puede ser causado por una infección, enfermedad, exposición al frío o determinados medicamentos en personas que no reciben tratamiento para el hipotiroidismo. Se presenta cuando el nivel de la hormona tiroidea se vuelve extremadamente bajo, lo que puede llevar a un coma y a la muerte. Sin embargo es un cuadro poco frecuente.

Defectos congénitos, la extirpación quirúrgica de la tiroides, la exposición a rayos X, el yodo radiactivo usado para tratar el hipertiroidismo, la falla de la glándula pituitaria para estimular la tiroides, el uso de algunos fármacos o afecciones inflamatorias pueden contarse entre las causas, pero la forma más frecuente de hipotiroidismo es de origen autoinmune y se conoce como  Tiroiditis de Hashimoto o tiroiditis crónica.

Tiroiditis de Hashimoto

Tal como sucede en la Enfermedad de Graves, en el caso de la Tiroiditis de Hashimoto, el sistema inmune produce una respuesta inadecuada y ataca a la glándula tiroides, dañándola progresivamente, lo que ocasiona la disminución de su función. Puede darse en ambos sexos a cualquier edad, aunque es más común en mujeres a partir de los 40 años.

Generalmente la enfermedad avanza lentamente y los síntomas se relacionan con la disminución de la capacidad funcional de todos los sistemas del organismo:

Síntomas

  • Cansancio
  • Mala memoria
  • Depresión
  • Piel seca y áspera
  • Ritmo cardíaco lento
  • Aumento de peso
  • Bocio
  • Intolerancia al frío
  • Estreñimiento
  • Somnolencia
  • En situaciones extremas puede generar insuficiencia cardíaca, respiratoria e hinchazón generalizada
  • Cuando se produce un mixedema: insensibilidad, disminución de la respiración, presión sanguínea baja, azúcar bajo en sangre y temperatura por debajo de lo normal

Prevención y Tratamiento

No existen medidas preventivas para evitar el hipertirodismo ni el hipotiroidismo, sin embargo sí existen tratamientos para corregir y controlar la actividad de la glándula tiroides.

En el caso del hipertiroidismo se utilizan medicamentos antitiroideos que bloquean la capacidad de la glándula tiroides para producir hormonas. Es un tratamiento que permite controlar la función de la glándula sin dañarla. En algunos casos esta terapia permitirá lograr una remisión de la enfermedad.

Cuando los antitiroideos no son lo suficientemente eficaces, se pueden realizar tratamientos con yodo radioactivo o cirugías. El yodo radiactivo daña o destruye las células tiroideas que producen la hormona. Generalmente este tratamiento logra bajar la severidad del hipertiroidismo con resultados duraderos. La cirugía representa una solución permanente, ya que consiste en la remoción de una buena parte de la glándula.

Estas dos últimas alternativas destruyen o extirpan la glándula, por lo que luego probablemente se desarrollará un hipotiroidismo y se requerirá hacer un tratamiento con hormonas tiroideas de reemplazo de por vida.

La enfermedad de Graves, que es la que se da en la mayoría de los casos, es generalmente fácil de controlar exitosamente.

Complementariamente, se suelen indicar betabloqueadores para manejar síntomas como la frecuencia cardíaca rápida, sudoración excesiva y la ansiedad hasta que se logra controlar el hipertiroidismo. En los casos de Graves en los que aparece la inflamación ocular, se pueden prescribir medicamentos esteroides para reducir la irritación e inflamación en los tejidos que rodean al ojo.

En el caso del hipotiroidismo, ya sea causado o no por el tratamiento del hipertiroidismo, se indica el uso de una terapia hormonal que busca elevar el nivel de la hormona tiroidea a un rango normal. Se utiliza la dosis más baja posible que resulte efectiva para aliviar los síntomas. El tratamiento deberá realizarse de por vida, aún cuando ya no haya síntomas.

Deben realizarse controles periódicos para confirmar los correctos niveles de hormona tiroidea para verificar que no estén por debajo de lo normal y para evitar que se eleven demasiado y se produzca un hipertiroidismo inducido por los fármacos.

Con el tratamiento adecuado, la calidad y expectativa de vida de los pacientes no presenta restricciones.

Fuentes: University of Maryland, Asociación Americana de la Tiroides, Bibilioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.