PrevenciónClaves para un embarazo saludable
Cuando se habla de llevar adelante un embarazo saludable, ¿a qué medidas o hábitos nos referimos? De acuerdo con los expertos se trata de realizar todos los cuidados para llegar al objetivo fundamental que es controlar la salud durante la gestación y el puerperio para beneficiar la lactancia. De este modo se busca garantizar el desarrollo adecuado del bebé, y una lactancia exitosa.
En este contexto lo central es el control prenatal. “Lo que se busca es vigilar la evolución del embarazo y tener una adecuada preparación para cuando llegue el parto, con el fin de disminuir los riesgos que puede acarrear este proceso fisiológico”, dijeron el Dr. Marcelo González Bernal, jefe del servicio de Obstetricia de nuestro Hospital, y la Lic. Obstétrica Ana Ballicora, staff de guardia y responsable del Curso de Preparto.
Se denomina control precoz cuando se lo realiza antes de las 14 semanas de gestación. Entre las semanas 11 y 14 se realiza el scan fetal, un estudio que determina el riesgo que tienen tanto la embarazada como el bebé, y por ende es el más importante de todos porque se pueden realizar intervenciones que bajen el riesgo.
Luego de ese momento y hasta la semana 32 -siempre que el embarazo sea de bajo riesgo- los controles son mensuales; para luego realizarse cada 21 días hasta la semana 38, y finalmente una vez por semana hasta el parto.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), el control mínimo en un embarazo de bajo riesgo es de 5 consultas, mientras que en un embarazo de alto riesgo la frecuencia de los controles dependerá de si el riesgo deriva de patología fetal o materna.
Alimentación y movimiento
Debido a que durante el embarazo se producen muchos cambios en el cuerpo y los requerimientos metabólicos van modificándose, hay alimentos que no pueden faltar en la alimentación cotidiana.
Entre estos se encuentran: frutas, verduras, cereales, legumbres, carnes rojas bien cocidas, pescados cocidos, frutos secos, lácteos y las pastas reguladas en cantidad. Además es muy importante tener una hidratación adecuada y más aún en climas o lugares calurosos.
“Disminuir la ingesta de hidratos de carbono es importante para prevenir la diabetes; del mismo modo que hay que tomar ciertos recaudos como lavar bien las verduras y cuidar la cocción de la carne para evitar toxoplasmosis, o prestar atención al estado de enlatados, aderezos y productos con cadena de frio para evitar diarreas, reacciones alérgicas o vómitos”, enumeraron González Bernal y Ballicora.
Respecto a la importancia de ponerse en movimiento, hay determinadas actividades que suponen un bajo riesgo, y son muy beneficiosas como por ejemplo caminar, nadar o realizar yoga prenatal y pilates.
Cada una de ellas tiene sus particularidades. Mientras que las caminatas ayudan a mejorar la salud cardiovascular con poco impacto sobre las articulaciones, la natación disminuye el peso corporal y evita lesiones. Por su parte, pilates agrega elongación y mejora dolores articulares, de columna y genera preparación en apertura para el parto.
Finalmente, el yoga prenatal ayuda a mantener las articulaciones flexibles y agiles, a manejar el estrés y a ensayar o interiorizarse en técnicas de parto -son muy útiles los ejercicios para tonificar el piso pélvico. Además el yoga estimula la circulación sanguínea, favorece la concentración y relajación, ayuda a la postura y mejora el sueño.
Los sí y los no
Entonces, así como entre los pilares fundamentales para un embarazo saludable se cuentan el control precoz y completo, una dieta adecuada, la realización de actividad física acorde a la etapa del embarazo, una correcta hidratación, y una buena rutina de descanso (8 horas diarias aseguradas), también hay hábitos que es recomendable dejar de lado.
Éstos, que están contraindicados en el embarazo, son el tabaquismo, el alcoholismo, la adicción a las drogas, las dietas no equilibradas, el aumento excesivo de peso, el sedentarismo, el estrés y los deportes extremos.
Patologías de base y complicaciones posibles
“Cuando la mujer embarazada tiene una patología previa es clave aumentar los controles de rutina, buscar un especialista en embarazo de alto riesgo, y de ser posible ir a un centro de alta complejidad para el abordaje multidisciplinario. Por otro lado, en función de cuál sea la patología asociada es muy importante que se realicen laboratorios más seguido, ecografías con Doppler y otras imágenes alternativas; más allá de educar a la paciente para que siga las rutinas pertinentes en el hogar, con dieta y descanso”, afirmaron el Dr. González Bernal y la Lic. Ballicora.
Finalmente, durante el embarazo puede presentarse diabetes gestacional -un trastorno específico que se produce cuando el páncreas libera insulina de forma insuficiente- en el cual es importante incrementar los controles, adecuar la dieta con un nutricionista, y realizar seguimiento interdisciplinario con un médico diabetólogo para definir el curso de acción (tratamiento médico sumado a medidas como la actividad física y el descanso adecuado).
La prueba para la detección de la diabetes gestacional se realiza con el laboratorio de la semana 24. Se la llama P75 o prueba a la tolerancia de glucosa. En ella se extrae sangre en ayunas, se le da a ingerir a la paciente un líquido azucarado, y a las dos horas se repite la muestra en sangre.
Finalmente, otra de las patologías prevalentes en el embarazo es la hipertensión gestacional. En caso de que el scan fetal muestre riesgo de padecer eclampsia (una complicación derivada de la hipertensión), es posible mejorar el cuadro con aspirina, independientemente de que es necesario aumentar los controles pre natales, de presión, de ecografía y laboratorio, además de ajustar el descanso y la actividad física.
