Cuando Farías arribó al Austral, “la enfermedad se había tornado sumamente agresiva. Una gran masa presionaba su riñón izquierdo, había que descomprimirlo cuanto antes”, recuerda Inés Paganini, staff del Servicio de Hematología, que atendió a Evelin desde el primer momento. La gravedad del cuadro requería un abordaje inmediato, relata quien devendría su doctora de cabecera. El equipo médico realizó una nefrostomía para salvar su riñón comprometido y, recién entonces, Evelin comenzó un tratamiento intensivo de quimioterapia.
Fueron seis ciclos, con internaciones prolongadas. “Se volvió una suerte de rutina estar meses en el Hospital, unos pocos días en casa y, de vuelta internada”, cuenta la muchacha que, pese a haber logrado la remisión en 2022, siguió teniendo “complicaciones inesperadas por defensas bajas, bacterias, virus”.
María Marta Rivas, jefa del Servicio de Hematología del Hospital Universitario Austral, explica que Evelin “presentó internaciones prolongadas posteriores a la remisión, con cuadros clínicos que no se resolvían. Además, siempre estaba el temor de que la enfermedad volviese”. “Fue un tratamiento difícil. pasó por momentos críticos”, añade la doctora Paganini.
“El equipo médico siempre estuvo acompañándome, dándome seguridad. Me decían que esto iba a ser solo una anécdota y que volvería a correr”, trae a la memoria la paciente, atleta de alto rendimiento, visiblemente conmovida por la contención y calidez que recibió de profesionales como Inés Paganini, María Marta Rivas, los hematólogos Mariano Berro y Gustavo Kusminsky, el clínico Martín Lynch Garay, entre otros expertos.
Entre tantas batallas, había un temor latente en Farías: la posibilidad de no poder ser mamá en un futuro. “Con Facundo, mi marido, ya buscábamos un hijo antes del diagnóstico, pero yo no quedaba embarazada. Y cuando la situación se complicó, congelar óvulos ya no era viable, porque había que empezar el tratamiento de inmediato”. Evelin y su esposo aceptaron la realidad con entereza: la prioridad era salvar su vida. “Esto es algo que sucede habitualmente en las chicas jóvenes. Iniciar el tratamiento apremia, por lo cual muchas veces no se puede pensar en preservar la fertilidad”, aporta la doctora Rivas.
En 2023, tras largos meses de lucha, Evelin finalmente se recuperó y pudo retomar sus planes. Y entonces ocurrió lo impensado: en octubre, descubrió que estaba embarazada.
El doctor Juan Martín Faisal, obstetra del Hospital Universitario Austral, recuerda la feliz sorpresa de todo el equipo. “Contra todo pronóstico, su embarazo fue de bajo riesgo. Nos enfocamos en adaptar los controles para garantizar su bienestar y el de la bebé, pero nunca hubo inconvenientes, ni sombra de complicaciones”.
La propia Evelin todavía no puede creerlo: “Cuando me enteré que estaba embarazada, la sorpresa fue absoluta. Yo lo veía muy lejano y no quería ilusionarme. Pero Dios tenía otros planes para nosotros”.
En mayo de 2024, nació Delfina, una bebé sana y fuerte. “Cuando la tuve en brazos, sentí que todo había valido la pena. Cada pinchazo, cada noche en el hospital, cada vez que pensé que no iba a salir de esta. No hay palabras para describir la felicidad”, comparte Farías.
Hoy, Evelin disfruta de su maternidad mientras retoma su gran pasión: el atletismo. Antes de la enfermedad, era subcampeona nacional en 400 metros y sueña con volver a la competencia. Delfina, de ocho meses, es una niña inquieta y curiosa. “Le encanta que le lean cuentos, la música y moverse todo el tiempo. Es hiperactiva, igual que yo cuando era chiquita”, dice Evelin entre risas. “Mi esposo dice que es nuestra mayor bendición y no se equivoca”.
“Es un regalo ver a un paciente rearmar su vida después de tanto sufrimiento”, dice Paganini sobre un caso que no solo es un testimonio médico: es una historia emocionante de superación y resiliencia. Evelin aún sigue en controles regulares, pero su pronóstico es alentador. “Cada seis meses me hago estudios, pero estoy completamente en remisión. No tomo ningún medicamento, no tengo ninguna secuela. Mi vida es normal”, admite contentísima.
Para el equipo del Hospital Universitario Austral, la historia de Evelin es un recordatorio del impacto del trabajo interdisciplinario. “Acompañamos a nuestros pacientes en sus peores momentos y celebramos sus victorias”, coinciden los doctores Faisal y Paganini, inspirados por la entereza que mostró la velocista Farías en todo momento.