+54 (230) 438-8888

¿Cómo cuidar a mi hijo/a luego de una cirugía cardiovascular?

La recuperación en casa es un paso clave para el bienestar de tu hijo/a tras la cirugía. Aquí te brindamos una guía con las principales recomendaciones:


Cuidado de la herida quirúrgica

  • Después del baño, secá la herida con una toalla de algodón y realizá la limpieza con solución antiséptica y gasa por arrastre (de arriba hacia abajo).
  • No cubras la herida con gasa.
  • Preferentemente vestí a tu hijo/a con ropa de algodón en colores claros para detectar posibles supuraciones en la zona.
  • Evitá prendas con clips metálicos que puedan rozar la herida.
  • Procurá que el niño/a no se rasque la herida para prevenir lesiones o retrasos en la cicatrización.

Manejo de la medicación

  • Elaborá una lista visible con los horarios y medicamentos que debe tomar tu hijo (por ejemplo, en la heladera).
  • Conservá los medicamentos de forma segura y respeta los horarios indicados.
  • Si salís de casa, transportá los medicamentos refrigerados en una conservadora para mantener la cadena de frío y su efectividad.

Postura adecuada y ejercicios

  • La mejor posición para dormir será de acuerdo al confort del niño, evitando que duerma boca abajo.
  • No lo suspendas ni tires de un brazo.
  • Evitá que cargue objetos pesados o empuje.
  • Para levantarse, toser o hacer fuerza, debe cruzar los brazos y utilizar las manos de forma contraria al movimiento.
  • Favorecé caminatas y descansos cortos para evitar la fatiga. Aumentá progresivamente su actividad según su recuperación muscular.
  • Deberá realizar fisioterapia respiratoria para eliminar secreciones respiratorias y fortalecer los músculos.

¿Cuáles son los signos y los síntomas de alarma?

Es importante estar atentos a estos síntomas y consultar de inmediato en caso de:

  • Dolor torácico: en bebés lactantes o menores de 2 años puede manifestarse con irritabilidad.
  • Fiebre: temperatura axilar mayor a 38 °C.
  • Náuseas o vómitos.
  • Rechazo al alimento o intolerancia.
  • Enrojecimiento, calor o supuración en la herida quirúrgica.
  • Dificultad para respirar o sensación de falta de aire.
  • Hinchazón en rostro, ojos o miembros inferiores.
  • Cansancio persistente.
  • Piel azulada o grisácea.
  • Vértigo, desmayos o palpitaciones cardíacas.

 

  • Si se presenta alguna duda en la dosis o frecuencia de la medicación consultar con su médico o con el servicio de UTIP, para evacuar la misma y evitar administrar una dosis incorrecta.
  • Recordá acudir a los controles programados y realizar los estudios complementarios necesarios (ECG – laboratorio – Rx).
    Respetá la dieta bajo en sodio (HIPOSÓDICA).

Acompañar a tu hijo/a en su recuperación es fundamental para que vuelva a disfrutar de sus actividades con salud y energía. Si tenés dudas o si surge algún inconveniente, no dudes en contactarte con el equipo médico.

 

Aclaración: toda la información contenida en este artículo tiene solamente un propósito educativo y no sustituye el consejo ni el cuidado que un médico u otro profesional de la salud pueda brindar. Si tenés preguntas acerca de la salud de tu hijo, comunicate con su pediatra de cabecera.
Solicitar turno

La atención del Austral en un
Plan de Salud a tu medida

Más información...

Asesorate sobre el Plan de Salud