Se conoce como cuerpo extraño a cualquier objeto procedente del exterior del organismo introducido voluntaria o involuntariamente en el interior del cuerpo humano. ¡Cualquier objeto pequeño es un cuerpo extraño en potencia para un niño!
La introducción de cuerpos extraños en los oídos o en la nariz es bastante frecuente en niños, sobre todo en edad preescolar. Pueden ser alimentos, juguetes pequeños como las canicas,
pedacitos de lápices o crayones, plastilina, bolitas de papel, semillas, pilas botón e incluso insectos.
La mayoría de las veces se detecta el mismo día en que se ha introducido el cuerpo extraño porque lo vemos o porque el niño nos lo cuenta o se queja de dolor. Sin embargo, en algunas
ocasiones, si están muy introducidos, pueden pasar desapercibidos durante días y detectarse porque el niño presente supuración o secreción maloliente, pérdida de audición en el caso de los oídos o dolor de cabeza en el caso de que el objeto se encuentre en la nariz.
La importancia de esta situación varía dependiendo del tamaño del cuerpo extraño, de su naturaleza y de la localización en la que se encuentra. No todos los cuerpos extraños tienen el mismo riesgo. Un ejemplo, son las pilas que pueden dañar el tejido circundante y otro las semillas que pueden aumentar de tamaño y empeorar la obstrucción.
¡Primero, prevención!
- Enseñar a los niños que no deben meterse objetos en oídos, nariz u otros orificios.
- No permitir que los niños menores de 3 años jueguen con pilas, servilletas, bolsas de plástico o cualquier otro objeto de tamaño pequeño. Guardalos siempre fuera de su alcance.
En NARIZ
¿Qué hacer?
- Pedirle al niño que se suene la nariz con suavidad, tapando el orificio nasal libre. Si el objeto no sale por sí solo, consultá a un centro médico.
- Intentá que el niño respire por la boca y no por la nariz para no introducir más profundo el objeto.
¿Qué NO hacer?
- Intentar la extracción. Se podría introducir aún más.
- Sonar la nariz con demasiada fuerza. Se puede llegar a dañar el oído.
¿Cuándo consultar en forma inmediata o llamar al 107/911?
Si el niño:
- Vomita, hace arcadas o babea.
- Le duele el cuello o la garganta.
- No puede tragar.
- Tose, hace ruido al respirar o tiene dificultades para hacerlo.
En OÍDOS
¿Qué hacer?
- Si el objeto está visible podés probar inclinando la cabeza del niño para que caiga por la fuerza de gravedad. De lo contrario, hay que acudir a un centro médico para no causar mayores daños en el conducto auditivo.
- Si se trata de un insecto, girá la cabeza del niño de modo que el oído afectado quede hacia arriba para facilitar que salga por sí mismo. Si no sale, introducí aceite o vaselina a temperatura ambiente. Cuando el insecto haya muerto, girá la cabeza del niño de modo que la gravedad arrastre al insecto junto con el aceite.
¿Qué NO hacer?
- Introducir pinzas, hisopos, dedos ni otros objetos para intentar la extracción.
- Aplicar pomadas o gotas óticas.
- Taponar el oído si se ha introducido un insecto, ya que podría picarle o empeorar la lesión.
Ante la duda siempre consultar a un médico.
Fuentes consultadas:
•SAP. Sociedad Argentina de Pediatría.
•“Manual de Primeros Auxilios y prevención de lesiones”. Ministerio de Salud de la Nación, 2016. ARG.
•AEP. Asociación Española de Pediatría.
•Faros. https://faros.hsjdbcn.org
•Healthy children. https://healthychildren.org