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El cuidado de la madre y del bebé durante el embarazo

Las vacunas te protegen y protegen a tu hijo antes y después de nacer.

La vacunación contra la difteria, el tétanos y la tos convulsa (dTpa) aplicada durante el embarazo te protege y protege a tu hijo recién nacido hasta que el recibe esta vacuna a los
dos meses de vida.

La gripe es más severa en la mujer embarazada. Inmunizarte con la vacuna contra la influenza reduce los riesgos de padecerla. De acuerdo a tus necesidades y riesgos pueden aplicarse otras vacunas.

¿Por qué es importante la consulta con Infectología Perinatal?

Diversas infecciones pueden afectarte y afectar a tu bebé durante el embarazo. La
mayor parte de ellas cursan en forma asintomática pudiendo desarrollar lesiones en el feto y el recién nacido. Podemos saber a través de análisis de sangre si sos susceptible a alguna de estas enfermedades:

  • Toxoplasmosis.
  • Citomegalovirus.
  • Rubeola.
  • Chagas.
  • Sífilis.
  • Varicela.
  • VIH, etc.

Y así, recomendarte cómo podes cuidarte. También, a través de los análisis de sangre en cada trimestre del embarazo monitoreamos si adquiriste algunas de ellas para comenzar rápidamente un tratamiento y así proteger a tu bebé.

¿Como podés cuidarte?

  • Lavate las manos a menudo con agua y jabón, pero especialmente:

• Después de ir al baño.

• Cuando toques carne cruda, huevos crudos o verduras sin lavar y antes de preparar alimentos o comer.

• Después de hacer labores de jardinería o tocar la tierra o el suelo.

• Después de tocar mascotas.

• Después de estar cerca de gente enferma.

• Si te cae saliva en las manos o si has cuidado a niños o jugado con ellos.

• Después de cambiar pañales.

Si no hay agua ni jabón, podés limpiarte las manos con un gel limpiador para manos a base
de alcohol.

  • Evitá compartir cubiertos, vasos o comida especialmente con niños pequeños. Lavate las manos a menudo cuando estés en contacto con ellos. Su saliva y orina pueden contener virus. Estos virus probablemente no sean dañinos para ellos, pero pueden ser peligrosos para vos y el bebé que está por nacer.
  • Cociná la carne hasta que esté bien cocida (no debe quedar roja y los jugos deben ser claros).
  • Evitá comer salchichas o carnes frías empaquetadas, a menos que los calientes hasta que les salga vapor. Estas carnes poco cocidas y procesadas pueden contener bacterias dañinas.
  • Evitá consumir leche sin pasteurizar (cruda) y sus derivados, así como quesos blandos tipo feta y brie, ni queso fresco, a menos que las etiquetas digan que son pasteurizados.
  • No toques ni cambies la arena sucia de las cajas para gatos, ya que pueden tener parásitos nocivos. Pedile a alguien que lo haga. Si no conseguís a nadie, asegurate de usar guantes y lavarte bien las manos después.
  • Mantenete alejada de los roedores, ya sean mascotas o silvestres, y de sus excrementos. Llamá a un exterminador profesional para eliminar estas plagas dentro y fuera de tu casa. Si tu mascota es un roedor, como un hámster o un conejillo de indias o cobaya, pedile a otra persona que lo cuide hasta después de que nazca el bebé. Algunos roedores pueden portar virus dañinos.

 

Aclaración: Toda la información contenida en este artículo tiene solamente un propósito educativo y no sustituye el consejo, ni el cuidado que un médico u otro profesional de la salud pueda brindar. Si tenés preguntas acerca de la salud de tu hijo, comunicate con su pediatra de cabecera.
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