“YO NO QUIERO VACUNAR A MI HIJO, ME DA MIEDO”
El mecanismo de acción de las vacunas es estimular el sistema inmunológico (células de defensa de nuestro cuerpo) para que generen anticuerpos contra diferentes agentes infecciosos, sin el riesgo de contraer la enfermedad.
Las vacunas han demostrado a lo largo de los años ser una de las estrategias más efectivas para la prevención de enfermedades infecciosas, evitando así, millones de muertes anualmente como ninguna otra intervención a lo largo de la historia de la medicina. Aún así, a pesar del amplio respaldo científico que disponemos, existe una parte de la población que por diversos motivos no quiere ser vacunados ni vacunar a sus hijos.
Esta reticencia puede tener múltiples causas pero se da mayormente por desinformación y creencia en afirmaciones fundamentalistas de grupos antivacunas en redes sociales con poca base científica.
La seguridad de las vacunas respecto a efectos adversos y su impacto a futuro, sobre todo en los niños, son de las preocupaciones más frecuentes.
Los entes reguladores que aprueban la comercialización de una vacuna (ANMAT, FDA, EMA) son instituciones serias, independientes de un gobierno o industrias farmacéuticas que basan la toma de decisiones en trabajos con evidencia científica.
Es importante saber que disponemos de amplia base científica respecto a seguridad de las vacunas y siempre se puede abordar estos interrogantes durante la consulta médica con un profesional de confianza para evacuar interrogantes que muchas veces pueden ser justificadas.
Fuentes:
•Smith, Louise E., et al. «A systematic review of factors affecting vaccine uptake in young children.» Vaccine 35.45 (2017): 6059-6069.
•Geoghegan, Sarah, Kevin P. O’Callaghan, and Paul A. Offit. «Vaccine safety: myths and misinformation.» Frontiers in microbiology 11 (2020): 372.