La vuelta a casa, además de provocar una inmensa felicidad, puede traer algo de ansiedad e inseguridad. Es normal y frecuente que el bebé llore y a veces puede ser difícil interpretarlo. En la primera semana de vida, un recién nacido se comporta, a veces, distinto a lo que pensábamos y esto puede generarnos algunas dudas.
Compartimos algunos comportamientos y situaciones que pueden suceder, para que estén más tranquilos al momento de afrontarlas:
- La temperatura: el recién nacido no regula bien la temperatura, por eso sus manos y sus pies muchas veces pueden estar fríos. Se lo debe abrigar un poco más del abrigo que visten los adultos. El ambiente debe estar ventilado y con temperatura agradable.
- Sonidos y movimientos: ante estas situaciones, el bebé tiembla, se asusta, estornuda, abre sus manos y se sobresalta. Los estornudos no tienen el significado habitual que nosotros le damos, es una manera de eliminar algo que le molesta.
- El cordón: puede tardar hasta 20 días en caerse (cuanto más grueso, más días) y puede mostrar algo de sangre cuando se está secando. Se debe seguir limpiando en la base con alcohol al 70 %, de 2 a 3 veces al día. Si no cuentan con este último, se puede hacer con alcohol común.
- Los granitos: se llama ‘eritema neonatal’. Muchas veces parece una picadura con base roja, y otras, puntitos blancos. Cambian de lugar, no pican y tampoco es alergia. Desaparecen a los días.
- Las uñas: son largas y quebradizas. No se deben cortar, pero sí limarse.
- El descanso: debe dormir boca arriba, con un colchón firme y sus brazos libres. Es importante aclarar que no tienen riesgo de ahogarse.
- Llanto de noche: durante la primera semana, es muy frecuente que el bebé llore de noche. Replica, por un lado, comportamientos y patrones intrauterinos y, por otro lado, es su manera de responder y solicitar la prendida al pecho. Además, este ciclo y la libre demanda promueven la producción de calostro y leche. La bajada de leche sucede generalmente después del cuarto día. La naturaleza se encarga durante la primera semana de despertar al bebé y, así, aumentar y
estimular la producción. Hasta que esta bajada de leche suceda, el pecho debe ser ofrecido a libre demanda, sin restricciones, sin horarios y permaneciendo siempre alertas a que debería despertarse al bebé, si no lo hace, aproximadamente cada tres horas. De esta manera, tendría que tomar de 8 a 12 veces por día, durante la primera semana de vida. - Pautas de sueño seguro
• Para dormir, colocar al lactante boca arriba.
• No abrigarlo demasiado, ni colocarle gorro para dormir.
• El colchón debe ser firme, sin almohadas ni chichoneras.
• No fumar cerca del bebé.
• En caso de tapar al bebé, la frazada o sábana debe quedar ajustada debajo del colchón y por debajo de las axilas, o directamente usar una bolsas de dormir.
• Los pies deben tocar el fondo de la cuna.
• Compartir la habitación madre e hijo hasta los 6 meses.
• La temperatura en la habitación tiene que mantenerse alrededor de los 24°C
• Fomentar el uso del chupete una vez que la lactancia está establecida. La lactancia materna protege al bebé contra la muerte súbita e inesperada.
El síndrome de muerte súbita del lactante es el fallecimiento sin causa aparente, que ocurre generalmente durante el sueño de un bebé teóricamente saludable, menor de un año de edad. Aunque no se conoce la causa exacta, se estiman algunos factores que aumentarían el riesgo a que se produzca, y algunas medidas que se pueden tomar para prevenirla.
- Catarsis/deposiciones: el bebé tiene de 2 a 8 deposiciones diarias. Al comienzo son casi negras, luego verdes y finalmente color mostaza (además de explosivas) tipo diarreicas, como si tuvieran semillitas. Estas deposiciones son normales en el primer mes de vida. No implican que esté enfermo ni descompuesto, como tampoco depende de la comida de la madre.
- El baño: el bebé se puede bañar, incluso puede que esto se haga por primera vez en el Hospital. Esto se debe hacer con precaución, sin dejar el cordón umbilical más de 1 o 2 minutos debajo del agua, a temperatura agradable cercana a los 37 ° (se puede medir con el codo) y usando jabón neutro. Posteriormente debe pasarse alcohol en la zona del cordón.
- El bebé se empieza a pelar: suele suceder en la primera semana. Para hidratarlo, colocar óleo calcáreo. No se aconsejan otras cremas.
- Los ojos: si hay lagañas, solo se deben limpiar con agua. Al principio puede ser habitual porque los conductos lagrimales no siempre funcionan bien, ni limpian el ojo como corresponde.
- Nariz y oídos: a veces el bebé puede roncar. Son secreciones móviles que ocurren en la mayoría de los casos después de alimentarse y con el sueño profundo. En cuanto estornude las eliminará.
- Ictericia: es la coloración amarillenta que se puede observar en la piel y mucosas, debido al incremento de los niveles de bilirrubina en la sangre. Este fenómeno es común en los recién nacidos. Sin embargo, dado que niveles elevados de bilirrubina pueden producir toxicidad, es importante consultar a un médico ante su aparición.
- Limpieza de la zona del pañal:
• Debe hacerse con óleo calcáreo.
• Desde los genitales hasta el ano. De arriba hacia abajo, para que las heces no vayan hacia los genitales.
• No usar agua o toallitas embebidas en solución acuosa.
• Si se irrita, se puede colocar algún aceite para bebés o aceite comestible. - Lavado de la ropa: para evitar posibles reacciones, es recomendable lavarla por separado de la de adultos, con jabón blanco.
¡Es fundamental que confíes en tu propia intuición y sentido común y te apoyes en personas cercanas a vos! También siempre podrás contar con las consultas médicas, para canalizar tus dudas.
