Los primeros 1000 días de vida constituyen el período de tiempo que trascurre desde la concepción hasta finalizados los primeros dos años de vida de un bebé. Comprendiendo los 270 días desde el vientre hasta el nacimiento, más 365 días del primer año de vida y más otros 365 días del segundo año de vida.
¿Por qué son tan importantes?
Este espacio de tiempo va a representar el momento más importante en la vida de una persona, por ser una ventana crítica en el desarrollo de la mismas. Esta etapa brinda una oportunidad única para que los niños obtengan los beneficios nutricionales e inmunológicos que van a necesitar el resto de sus vidas, acompañados por un ambiente y entorno saludable, con amor, contención emocional, para que además esos genes que ya traen puedan expresarse de la mejor manera.
¿Por qué decimos que es un momento de oportunidades?
Porque se desarrollará la inteligencia futura y se forman los hábitos alimentarios perdurables. Este período definirá la salud nutricional del niño: una buena alimentación en esos «mil días críticos» será un seguro de salud para el resto de su vida futura. En esta etapa se forman la mayor parte de los órganos y tejidos y también el potencial físico e intelectual de cada persona. Los daños que se generen durante estos primeros 1000 días tendrán consecuencias irreversibles en el individuo, por lo que la prevención es fundamental.
¿Es la nutrición un punto crucial en esta etapa?
La respuesta es sí. Para ello algunas recomendaciones:
- Todas mujeres deben tener una nutrición adecuada, cumplir con los controles de salud tanto fuera como durante el embarazo, para garantizar una buena salud del recién nacido.
- Las madres deben recibir suplemento de hierro y ácido fólico (pre y post concepción) y consumir sal yodada y fluorada; estas intervenciones, tienen un impacto probado en la salud de la madre y el feto.
- La leche materna es un alimento único e irremplazable, ya que suministra todos los nutrientes que garantizarán un adecuado desarrollo, prevendrán infecciones y estrecharán la relación del binomio madre-hijo.
- La alimentación complementaria se debe iniciar a partir de los seis meses de edad.
Fuentes consultadas:
•Victoria, C. Los mil días de oportunidad para intervenciones nutricionales. De la concepción a los dos años de vida. Arch Argent Pediatr 2012; 110:311-7.