Según la Academia Americana de Pediatría,los médicos deberían prescribir tiempo de juego para los niños pequeños. En un momento en que cada vez hay más presión para añadir más componentes didácticos en la educación de los niños, en detrimento del aprendizaje lúdico, los pediatras pueden tener un papel importante en enfatizar el papel de un currículo equilibrado, que incluya el aprendizaje lúdico para la promoción de un desarrollo infantil sano.
Los beneficios para la salud del juego son muchos. Aquellos juegos que implican actividad física, no solo promueven un peso saludable, sino que también pueden mejorar la eficacia de los sistemas inmunológico, endocrino y cardiovascular. El juego disminuye el estrés, el cansancio, la lesión, la depresión, y aumenta el grado de movimiento, la agilidad, la coordinación, el equilibrio y la flexibilidad.
Los niños prestan más atención a las lecciones de clase después del juego libre durante el recreo, que después de los programas de educación física, que son más estructurados. Además, se ha sugerido que fomentar el juego libre puede ser una manera de aumentar los niveles de actividad física en niños, una estrategia importante para la resolución de problemas como la obesidad.
Categorías de juego
Existen diferentes tipos de juego, que pueden estructurarse según su secuencia de desarrollo:
- Juego de objetos: este tipo de juego se produce cuando un niño explora un objeto y aprende sus propiedades. El juego de objetos progresa desde exploraciones sensitivas y motoras tempranas, incluso el uso de la boca, hasta el uso de objetos simbólicos (por ejemplo, cuando un niño utiliza una banana como teléfono) para la comunicación, el lenguaje y el pensamiento abstracto.
- Juego físico: el desarrollo de las habilidades motoras en la infancia es esencial para promover un estilo de vida activo. Aprender a cooperar y negociar promueve las habilidades sociales críticas. Además, el juego físico no dirigido, permite a los niños tomar riesgos en un entorno relativamente seguro, que favorece la adquisición de habilidades necesarias para la comunicación, la negociación y el equilibrio emocional, y fomenta el desarrollo de la inteligencia emocional.
- Juego al aire libre: el juego al aire libre ofrece la oportunidad de mejorar las habilidades de integración sensorial. En este caso, el tiempo de recreo en la escuela se convierte en una parte esencial de la infancia. No es de extrañar que los países que ofrecen más recreo los niños pequeños muestran un mayor éxito académico entre los niños a medida que maduran.
- Juego simbólico: este tipo de juego se produce cuando los niños experimentan con diferentes roles sociales de manera no literal. Jugar con otros niños les permite negociar «las reglas» y aprender a cooperar.
En definitiva, el juego es fundamental para el desarrollo de los niños, y facilita la progresión desde la dependencia a la independencia, y desde la regulación parental hasta la autorregulación.
Fuente:
•AAP Academia Americana de Pediatría
Aclaración: Toda la información contenida en este artículo tiene solamente un propósito educativo y no sustituye el consejo, ni el cuidado que un médico u otro profesional de la salud pueda brindar. Si tenés preguntas acerca de la salud de tu hijo, comunicate con su pediatra de cabecera.